Un detalle es otra historia

Los detalles. Esos grandes olvidados. No creo que existan muchas cosas tan importantes como los detalles. A veces, hay quien cae en el terrible error de creer que no importan, que con las cosas básicas, las tradicionales es suficiente. No lo es, nunca lo es. Porque esos detalles, que pasan a menudo sin pena ni gloria, son los que sostienen las mejores cosas. Así sucede en la moda, los complementos más sencillos son a veces los que marcan tendencia, los que hacen que un look abandone la mediocridad y se convierta en exclusivo. Es lo que tienen esas chicas que se pongan lo que se pongan, llaman la atención. Porque saben que un detalle, en ocasiones, es más valioso que las grandes marcas o las grandilocuentes demostraciones de estilo.

Esperar...y obtener

La vida se puede comparar con todo. Las cosas que nos pasan, siempre tienen un símil en algo que a simple vista parece opuesto, o absurdamente no relacionado. Pero estamos cansados de asemejar circunstancias que ocurren con naturaleza, con películas, con música, con comida...Así pues, por qué no comparar tu vida con la moda.
Por ejemplo, por qué no pensar que muchas desilusiones con la moda vienen por lo que esperamos de ella? Por qué creer que la moda puede llenar un hueco en nuestra vida que lo solucione todo? Por qué es tan fácil perder el apego a una prenda si está a nuestro lado en una mala etapa de nuestra vida? Ya ves, igual que con las personas, una cree que conoce a quien le acompaña, pero en realidad sólo conoce lo que una espera de esa persona. Y cuando no cumple las expectativas, duele y se le rechaza. Lo peor de esto es que la moda es inerte, una camisa no puede cambiar de forma o color para alegrarnos, pero las personas si pueden girar y tratar de hacerte feliz. Y sin embargo, como en todo, cuando las decisiones dependen del poder de elegir, casi siempre se elige mal. Y se hace daño.

Por suerte la moda no puede elegir, ni tú puedes esperar que una prenda sea diferente cada día en tu armario según tu humor y estado anímico. Es lo que hay y punto. Te adaptas o te quedas desnuda. Pero con las personas si que esperas que te conozcan, que sepan cuándo deben callar y cuando dejarte su hombro para llorar. Por tanto nunca piensas 'es lo que hay y punto' siempre queremos que cumplan la expectativa. Prefieres ir desnuda de sentimientos a aceptar a una persona que no es capaz de hacerse flexible una temporada para adaptarse a la 'forma' de tu ánimo. Y eso duele.
Por eso la moda nos hace soñar, porque una vez en el armario, ya nunca nos falla. Más bien le fallamos nosotros a ella.

¿Por qué no vestir igual....?

Estoy pasada de moda. Tiene que ser eso. Si no, no entiendo como lo que unos consideran tendencia, a mi me resulta antiestético. Últimamente se han empeñado en el hombre, vestir al hombre, cambiarle, 'fashionizarle', hacer que siga unas tendencias que a mi entender resultan imposibles. Y es que equiparan Crear con Disfrazar. Una cosa es modernizar la ropa masculina y otra es masculinizar las prendas femeninas. ¿Por qué empeñarse en vestirnos igual? Si nuestros cuerpo y nuestra forma de ser y sentir es distinta..¿Qué razón hay para ir estéticamente exactos?
A las pruebas me remito. En estas imágenes, dos errores, dos modelos masculinos abocados al fracaso. Y en la última, la distinción, el hombre masculino y la mujer femenina, si eso es lo que nos gusta. ¿Por qué empeñarnos en vestir disfraces?

Shopaholics de fideos

Shopaholics no son los obsesos de la sopa. Son los obsesos de las compras. Lo reconozco, soy shopaholic. Necesito esto, lo otro y lo de más allá. Y cuando creo que no me entra más ropa en el armario... resulta que veo a alguien que lleva una prenda que me gusta e inmediatamente la necesito. Además cuando una lleva tiempo sin comprarse nada, da la impresión de que no tienes nada que ponerte, que todo lo que ya asoma en tu armario es viejo, pasado y te hace tremenda.
En fin, soy Shopaholic, sí, ya lo he confesado. Ir de tiendas es como una adicción brutal, me paso el día pensando en todo lo que me probaré y la de chollos que voy a encontrar. Luego resulta que como soy incapaz de decidirme por las prendas, o las compro todas, o las abandono en la mesa más cercana a la puerta de salida. Total, que ya me gustaría a mi ser adicta a la sopa, porque esta otra 'enfermedad' me sale mucho más cara.

BoHo 0 - Beatnik 1

Vuelve el Beatnik. Es la última novedad dentro del mundo de la moda. Y la inspira, como no, una vez más, la polémica Kate Moss. Beatnik se carga el concepto Boho (en el que triunfa el color, las mezclas y los volúmenes contrastados) e impone una moda en blanco y negro (con excepciones al rojo), muy entallada en la parte inferior y de gran extensión en la superior. Jerseys de cuello alto marineros, mallas ajustadas y faldas de algodón y botas por fuera. Esa es la máxima de esta nueva ola, que ya tuvo su importancia en los 60'.
John Galliano, para Dior, apuesta por el Beatnik y la mayoría de las musas de la moda actual ya se han hecho abanderadas de esta imagen.
Ya sabes, Invierno Beatnik. Que no te pille desprevenida.

Hartas e Insulsas

Me pasa siempre, llegado este punto del tiempo,(inestable, inseguro y exasperante) estoy en constante estado de crisis. Me harta la ropa de verano, no porque no me guste, sino porque puesta bajo siete capas de chaquetas o camisas para evitar el fresquito mañanero, pues no queda igual. Y encima me siento insulsa, resulta que ahora creo que mi ropa de otoño invierno es fea, poca y muy sosa. ¿Cómo pude vestirme todo el invierno con eso? Conclusión, ni sé que ponerme, ni me apetece demasiado pensarlo. De ahí mi crisis. Necesito estabilizar mis looks, y eso requiere una tarde entera de pruebas frente al espejo. A ver cuando saco tiempo.

Tres mujeres al borde de un ataque de nervios

Si alguna vez has tenido terror a encontrarte en la misma fiesta y/o boda tu vestido comprado en alguna de las tiendas de Inditex, tranquila, porque peor es lo que viene.
Peor es cuando inviertes en un top carísimo de Marc Jacobs y decides hacer uso de él cuando vas a ver su desfile de primavera/verano 2006 en Nueva York. Peor es no sólo encontrarte con que otra persona lo lleva sino con 2. Peor es cuando lo llevan combinado igual que tú. Peor es que es muy posible que existan clones de ese top y el tuyo sea el más caro. Y ya peor, es que os fotografíen a las 3 y esas imágenes recorran el mundo.
Y el remate total (aportación de Ana): ¿Y si no es más que una ocurrencia del propio diseñador para dar más boom a su desfile?.

· He vuelto de mis vacaciones, bienvenidas todas de nuevo!!