El síndrome Obregón

-¿Es grave doctor?
- Bueno, tiene usted lo que se denomina Acercamiento al Síndrome Obregón

Y así comienza mi tortura. Y todo porque desde hace un tiempo, quizá desde que comencé la cuesta abajo hacia los 30, me descubro a mi misma desviandome de la línea correcta de moda que se corresponde a alguien como yo. Mientras mis amigas y conocidas evolucionan cada vez más hacia un estilo clásico, a mi me llaman cada vez más la atención las nuevas tendencias. Que veo minis con leggins, pues me parecen originales, camisetas cortadas, pues yo apaño la tijera, mezclas imposibles, pues adelante!!!...¿Lo véis? cada vez que veo por la calle una de esas niñas con tanto estilo (que parece que abundan últimamente) me da por pensar en la posibilidad de - por qué no qué caray! - también yo vestirme así. Claro que una cosa es lo que pienso yo, y otra muy distinta lo que mi espejo cree realmente. Y mi espejo es de lo peor, me critica, me escudriña...me coarta. Y al final, no dejo de repetirme a mi misma, que qué haría yo sin él. Seguramente seguir la estela de Ana García Obregón. Y eso si que es grave, ¿verdad, doctor?